Los cuatro puntos cardinales del retail moderno

Por: Franklin Pacheco – Oracle

Con seguridad, uno de los anhelos más grandes del mundo corporativo sería contar con una ventana a los mercados del mañana, un deseo extraído de historias de ciencia ficción como “Volver al futuro”, donde un almanaque deportivo traído en una máquina del tiempo garantiza la victoria ante cualquier apuesta.

Mientras esperamos la invención del viaje en el tiempo, la mejor alternativa a este anhelo es la transformación de tendencias y datos de mercado en estrategias empresariales, tarea que a menudo divide sin contemplación a visionarios de organizaciones que quedan en el olvido.

En el mundo postpandemia, difícilmente existe una industria en donde la tarea de augurar el mañana sea más compleja que en Retail. Los constantes cambios en hábitos de consumo, las disrupciones en la red de suministro global y las presiones por valores inflacionarios no vistos en décadas han hecho que el comercio minorista replantee sus estrategias a mediano y largo plazo, usando una nueva brújula que debe prestar especial atención a cuatro puntos cardinales.

 

Incremento exponencial de la dependencia digital

La proporción promedio de interacciones digitales con consumidores casi se triplicó desde junio de 2017 hasta julio de 2020, de solo el 20 por ciento a casi el 60 por ciento. Solo en julio de 2020 el salto fue de 21 puntos porcentuales en comparación a valores antes de la pandemia.

Esta tendencia llegó para quedarse y no se ha visto un retroceso significativo en la nueva normalidad, sin embargo, no se debe confundir interacciones digitales con transacciones o ventas en línea. Este creciente número de interacciones electrónicas representan señales relevantes sobre la base de consumidores, un cúmulo de informaciones que fácilmente pueden ser desaprovechadas sin herramientas que permitan capitalizar este creciente océano de datos y transformarlas en acciones puntuales que maximicen ventas y lealtad de clientes.

 

Rebalanceo del Retail Físico

La concepción del reemplazo definitivo de la tienda física, aunque una predicción a menudo escuchada, no está soportada por datos macroeconómicos. En proyecciones para el 2022, la firma Statista estima que cerca del 80% del consumo en Retail de los Estados Unidos ocurrirá en una tienda de 4 paredes.

De seguro, esta referencia es contraintuitiva y pareciera ir en contra del “boom” de ventas online y su crecimiento exponencial durante los últimos años. Sin embargo, el mayor crecimiento en ventas digitales lo han experimentado jugadores que han participado las ventas físicas y digitales como si se tratara de una sola experiencia de cliente.

Las divisiones antiguas entre canales digitales y físicos han sido remplazadas por el concepto

“phygital” en donde el ofrecimiento de omnicanalidad ya no es opcional e inclusive las fronteras entre el comercio minorista y otras industrias cambian constantemente.

 

Disrupciones de la Cadena de Suministro

Sin lugar a duda, el 2020 resaltó los desafíos de una red de suministro globalmente integrada, las disrupciones de la cadena de suministros fueron evidentes desde la producción de bienes de consumo, disponibilidad de contenedores y fletes internacionales hasta la propia distribución local.

Este fenómeno llevó a replantear la teoría de redes “just in time”, o en tiempo preciso por esquemas “just in case”, coloquialmente “por si acaso”. El temor a la carencia de abastecimiento eficiente, así como históricos de ventas poco confiables puso grandes presiones sobre los sistemas tradicionales de predicción de demanda y resurtido de inventario.

Sin embargo, en el mundo del suministro no todo ha sido malas noticias, los retos logísticos del mundo en pandemia coincidieron con la era de la inteligencia artificial y el “Machine Learning”. Los comerciantes pueden incorporar modelos de mejora apalancados en “ML”, capaces de parametrizar sistemas de abasto tradicionales y permitiendo la adaptación continua de redes logísticas para hacer frente a los constantes cambios del aprovisionamiento.

 

Protección del Margen

Son pocos los minoristas que pueden decir que estaban preparados para los impactos del COVID 19, incluso aquellos con una oferta omni-canal avanzada para los estándares del 2019 tuvieron que hacer uso de su creatividad para adaptarse a los nuevos hábitos de consumo.

Transformación de “Dark Stores” o tiendas cerradas en pequeños centros de distribución y las sociedades con empresas de entrega en domicilio o de última milla, fueron de las principales iniciativas para mantener a flote las operaciones, sin embargo, un elemento que a menudo pasó a segundo plano fue la protección del margen.

En el mundo postpandemia, los cambiantes hábitos de consumo han continuado ejerciendo

una fuerte presión sobre los costos operativos del Retail y esto sumado a los valores inflacionarios a nivel global durante el 2022, colocan a la industria sobre una cuerda floja para balancear rentabilidad y competitividad.

Lo indispensable en la contienda por la rentabilidad es entender que no existe una bala de plata que restructure los estados de resultados como por arte de magia. La mejora efectiva del margen tendrá que reconsiderar tanto aspectos operativos como elementos estratégicos que bajaron de prioridad en pandemia. La racionalización efectiva del surtido y gestión de categorías, mejoras en el uso del espacio y la optimización de precios y promociones serán elementos indispensables para el éxito del minorista moderno.

 

Fuente: Revista Góndola 2022

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