Año Nuevo, Vida Nueva

Por Luis Alfonso Albarracín

El mundo occidental empieza a vivir un año nuevo, luego de soportar 22 meses de la peor tragedia sanitaria que ha tenido que soportar, producto de la pandemia del Covid. Lo peor está por llegar. Nuevamente Colombia ha iniciado la cuarta ola de contagios, de acuerdo con la tendencia creciente de contagios diarios, que, en el boletín emitido por el Ministerio de Salud, el jueves 30 de diciembre de 2021, se reportaron 8.436 casos confirmados por Covid, considerada la cifra más alta desde el pasado mes de agosto. Los resultados se confirmaron tras ser procesadas 85.907 pruebas, de las que 34.878 fueron PCR y 51.029 a través de antígenos.

No queremos generar pánico con estas cifras. Pero la realidad es muy preocupante, porque si se sigue esta tendencia creciente, podemos volver a vivir las restricciones que vivieron las familias colombianas durante largos periodos de confinamientos en la vigencia de 2020. Algunas potencias mundiales, han vuelto a establecer medidas severas donde se establecen parálisis de algunas actividades económicas. Esto sería una estocada fatal para el proceso de recuperación económica que ha venido teniendo la economía colombiana durante el año 2021, considerado el año del apogeo de la dinámica productiva, de acuerdo con los indicadores macroeconómicos recientes divulgados por el Dane.

Las grandes superficies se han recuperado y han vuelto a recuperar la senda de expansión en sus ventas. Las jornadas sin IVA programadas por el gobierno nacional, y el accionar gubernamental han fortalecido el sector de comercio y servicios. El comportamiento de la industria y el comercio salió afectado negativamente por la pandemia, pero posteriormente se constituyó en una foto del motor de arranque de la reactivación de la economía en el presente año.

Igualmente, la disminución de los empleos perdidos durante la pandemia, se han recuperado significativamente. Así lo refleja la tasa de desempleo, proferida por el Dane para el mes de noviembre. Un indicador del 10,8% lo refleja. La demanda interna se h recuperado y por consiguiente el consumo nacional. Así tomarle el pulso al comercio y los servicios es necesario, para poder hacer los ajustes requeridos con el fin de acelerar la dinámica de la reactivación de la economía para el próximo año. No solo por su contribución al crecimiento, sino también por su aporte a la generación o el mantenimiento de puestos de trabajo.

Pero se vislumbran negros nubarrones. La información relevante de la OMS sobre Ómicron hizo que todas las bolsas bursátiles del mundo han permeado negativamente sus indicadores. Igualmente, los precios del petróleo bordean los US$80 el barril, afectando las monedas emergentes, entre ellas el peso que ha subido hasta los $4.000, un precio que en nada ayuda en un contexto de precios altos y de variación por encima de las expectativas. Igualmente, las crisis de containers, ha generado una disminución del transporte marítimo de mercancías y de insumos para la industria, provocando una pérdida del dinamismo industrial en todos los países del mundo.

Debemos acatar estrictamente el cumplimiento de los protocolos de bioseguridad recomendados por las autoridades sanitarias. Mientras persistan las actuales condiciones crecientes de contagios por el Covid en nuestro territorio nacional, muy difícil será continuar con el anhelado sendero de recuperación económica. Con la apertura total de las actividades económicas, la población no debe descuidar estas recomendaciones. Esta tribuna le desea un feliz año, lleno de alegría, paz y salud, acompañado de prosperidad y bienestar con sus familias.

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